23 de Abril de 2020

Ramona se presentaba con una configuración de oficina dentro de un edificio extremadamente delicado y urbanísticamente catalogado. Con el fin de recuperar la naturaleza propia de la finca, se derribaron particiones y se desnudaron los elementos estructurales. Las nuevas divisiones que resuelven el programa se desencajan en dos tramos a cota 2,20 m para fijar una altura doméstica continua en todo el perímetro de la vivienda. En los elementos existentes esta acotación se traduce en un zócalo invertido de yeso a buena vista coronando la fábrica repique. El proyecto se materializa desde el solapamiento de dos planos: los horizontales aportan calidez -a través del entrevigado cerámico en el techo y el entarimado de madera- y las superficies verticales ofrecen neutralidad a través de los acabados blancos, sólo interrumpidos por las puertas de aglomerado visto. 

Words: Olga fernández
Photos: ADRIÁ GOULA
Words: Olga fernández
Photos: ADRIÁ GOULA
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